Tenía la cara típica de novata en su primer día de colegio, un mapa del recinto sobresalía de su bolsillo y aun no sabía muy bien como iba el comedor.
Cogió una bandeja y siguió la fila como los demás pero al girarse para ver donde sentarse comprobó que casi todo estaba lleno, entonces vio una mesa ocupada por una chica que tenía asientos libres.
- Per...perdona... ¿puedo? ¿puedo sentarme? -preguntó sintiendo como enrojecía.