Leyendo...

No dije nada.. pase mi mano por su rostro en una leve caricia mientras acercaba mi rostro al suyo de nuevo

Sonreí mientras acariciaba mi rostro y acercaba el suyo. Le dí un tierno beso sin rechistar y después acaricie su rostro, a la vez que retiraba un mechón de pelo, mirándola con dulzura. Después volví a entrelazar mis manos en su cintura y moví mi cuerpo para acomodarla mejor. Continué en susurros:

-Lo digo porqué... yo no lo sé... no sé como te sientes...

-Hace falta que te lo diga?- pregunte acercandome de nuevo y besandole lentamente

Me quedé observándola y ladeé mi cuello mientras cerraba los ojos, siguiendo el beso, mientras la inclinaba hacia mí levemente, ayudándome con mis manos.

-Creo que no... -sonreí- aunque no hubiera podido saberlo, si no es gracias a eso... porqué... ya no puedo leer tus emociones... - terminé la frase mientras me acercaba a su rostro y la besaba de nuevo lentamente .

Meti las manos por debajo de su camisa, mientras seguia su beso lentamente

Dejé una mano en su cintura, mientras la otra recorría su espalda y se paraba en su nuca, atrayendo con suavidad su boca hacia la mía, que, se abría y se cerraba de manera instintiva, siguiendo el beso, mientras dejaba caer mi espalda a lo largo del sofa.

Deje de besarla un momento mirándola a los ojos, su pelo rozaba mi rostro y mi nariz casi se tocaba con la suya.

-Se dice que los vampiros... pierden su don con aquella persona a quien aman de verdad... curioso eh... - la sonreí muy cerca de su boca, mientras le daba pequeños besos, para empezar de nuevo con uno más largo.

Le mire con la cabeza ladeada -mmmm..- dije mientras le besaba de nuevo mas rapidamente y con ansia

Seguía con mi mano en su nuca, acariciándola y acoplando mi boca a la suya, me besaba con ansía, en consecuencia, mi boca se abría mas ampliamente para continuar el beso.

Mientras tanto mi mano se movía instintivamente, bajo su ropa, subiendo por su espalda, bajo su ropa, en dirección al sujetador.

-mmmm..- le abraze con fuerza -Aqui no..- dije en su oído debilemente

Volví a besarla lentamente mientras la apretaba contra mi pecho.

-Dime dónde... -susurré en su oído.

-En mi habitación?- pregunte pegada en su pecho